El que salve su vida, la perderá y el que la pierda por seguirme a mí, la salvará. Mateo 10, 34–11, 1
Los síntomas de cómo experimentas tu cotidianidad…
son el diagnóstico de cómo estás viviendo tu fe.
Vivir según la propuesta de Jesús implica una renuncia diaria a tu antiguo yo.
Soltar hábitos, entornos, vicios, maneras de actuar…
para que tu corazón se parezca más al suyo.
Y sí, cuando tu forma de vivir ya está enraizada,
arrancar las raíces podridas duele… y mucho.
Pero la promesa detrás de ese trabajo es clara: frutos eternos.
Entonces, hoy me pregunto:
> ¿Qué tan dispuesta estoy a renunciar a mi vida actual…
sabiendo que lo que recibiré será mucho mayor?
> ¿Qué tan dispuesta estoy a bajarle el volumen al ego…
y subirle el volumen a la inspiración del Espíritu Santo?
Seguir a Jesús es una decisión de fondo, que se expresa en dos caminos:
1. Unirte más a Él en la intimidad: oración, contemplación y vida interior.
2. Salir a la misión con tu vida, sabiendo que no vas sola: es Él quien va contigo.
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✍🏼 Journaling espiritual - Momento de reflexión
¿Qué aspectos de mi vida necesito dejar atrás para seguir verdaderamente a Jesús?
¿En qué áreas estoy salvando mi vida por miedo a perder?
¿Qué frutos creo que Dios quiere darme si me dejo podar?
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✅ Actos concretos para hoy
Identifica un hábito, actitud o relación que debas soltar para caminar más ligera.
Dedica 15 minutos a orar en silencio y preguntarle al Espíritu Santo por dónde comenzar.
Haz una lista de las áreas donde quieres que Jesús sea el centro.
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🙏 Oración
Señor,
hoy quiero renunciar a lo que me aleja de Ti, aunque me cueste, aunque me duela, aunque no lo entienda del todo.
Tú prometiste que quien te siga, salvará su vida.
Y esa es mi esperanza.
Enséñame a soltar con confianza, a renunciar con amor, a caminar sabiendo que cada paso hacia Ti, es ganancia para mi alma.
Amén.